Decálogo del Ministerio de Sanidad y Consumo sobre los videojuegos
Siguiendo en su bíblica línea de publicar decálogos con las normas que hemos de seguir los ciudadanos para llevar una vida saludable, el Ministerio de Sanidad y Consumo (que en mi opinión es el que mejor funciona dentro del actual gobierno) nos ofrece en esta ocasión 10 normas orientativas en cuanto a hábitos correctos en el momento de adquirir videojuegos pensando en los menores de edad. A saber:
- Compruebe la clasificación por edades y la descripción de contenidos que aparece en las carátulas de los videojuegos adheridos al sistema voluntario de clasificación PEGI. Esto que debería ser evidente, es un punto pasado por alto por la mayoría de los padres
- Antes de adquirir un videojuego para menores infórmese sobre su contenido, qué tipo de escenas incluye, qué valores transmite o cuál es su nivel dificultad. Efectivamente. Los conservadores echan pestes periódicamente contra los videojuegos porque según ellos transmiten valores equivocados. En los videojuegos, al igual que en la literatura, el cine, la fotografía y demás ramas artísticas, hay algo llamado temática...
- No renuncie a sus obligaciones como comprador adulto: piense que la clasificación por edades es meramente orientativa y que existe el riesgo de que el menor adquiera en el punto de venta un videojuego no adecuado para su edad. Cierto, de la misma forma que en algunos lugares los menores pueden adquirir, por ejemplo, revistas pornográficas no adecuadas a su edad, existe la posibilidad de que puedan adquirir videojuegos orientados a un público adulto.
- Identifique claramente el producto específico que desea adquirir. Si. No debe usted confundir un juego de, por ejemplo, Bugs Bunny con el Playboy Mansion, a pesar de que ambos lleven un conejo en la carátula. Este punto es importante.
- Sea especialmente cuidadoso en el punto de venta o alquiler a la hora de seleccionar un videojuego para menores: asegúrese de que la clasificación del producto es acorde con la edad del usuario. Para mi que este punto lo añadieron por falta de imaginación, porque resulta una repetición de los anteriores ¿no?
- Evite la compra de videojuegos piratas y en el top manta. Más allá de sus implicaciones legales, puede ser una compra de riesgo a la hora de garantizar la correcta clasificación del producto y la adecuación real de los contenidos a dicha clasificación. Estoy de acuerdo. Y añadiría lo siguiente. Bájese el juego por su método de P2P preferido, pruébelo, y si cree que la calidad del producto es la adecuada, cómprelo. Los desarrolladores de videojuegos también son personas y viven de ello.
- Favorezca el uso compartido y en común de los videojuegos. No extienda la anticuada visión de que los videojuegos son un producto para personas marginadas que carecen de vida social. Las capacidades multijugador de los videojuegos son tan o más enriquecedoras que juntarse con los amigos a jugar a las cartas.
- Adopte también criterios responsables e informados sobre la utilización correcta de videoconsolas y videojuegos: limitación de tiempo, posturas correctas, distancia ante la pantalla, alternancia con otros juegos… Nada de pasarse 24 horas seguidas sobre un taburete sin respaldo a 4 cm de la pantalla para acabarse el próximo Final Fantasy.
- Esfuércese por penetrar en el mundo de los videojuegos, con el fin de conocer aquéllos con los que juegan sus hijos. Procure también jugar con ellos. Si uno de estos padres ejemplares de las películas juega al baloncesto con su hijo en el patio de su casa, ¿Por qué no jugar al WiiSports?
- Antes de elegir qué equipo usar, tenga en cuenta el coste que le supondrá cada una de las opciones. Estudie, también, el coste de los distintos complementos que necesitará. Esto cae de cajón: cuando compramos un coche tenemos en cuenta el precio del seguro, lo que nos costará mantenerlo a punto, los posibles accesorios que necesitaremos (sillita para niños, cadenas, etc...) según nuestras necesidades y el uso que pensemos darle... Con los videojuegos ocurre lo mismo.
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