07 febrero 2008

Bulimia electoral

¿Sabéis qué? Este año también iré a votar, solamente para bajarle los humos a Rajoy. No sé a quién votaré, pero sí sé a quién NO votaré: A cualquier partido de derechas ¿PSOE incluido?
Es muy triste tener que ir a votar sin la ilusión de contribuir a un proyecto edificante, es triste meter la papeleta en el sobre y llevarla a la urna para evitar males mayores. Aunque no vote al PSOE contribuiré a su (previsible) victoria electoral sin desear que sigan en el poder. Ahora sé cómo se sienten los ciudadanos norteamericanos cuando van a votar: muchos de los que votan a los demócratas lo hacen sólo para que no ganen los republicanos.

En este vomitivo ambiente de promesas que sólo convencen a los descerebrados, aquellos que tenemos un cierto sentido de la justicia social somos meros espectadores del teatro que día tras día montan los dos principales partidos de este país. El Zapatero en el que algunos creyeron hace cuatro años se quitó por fin la careta (sin esperar a que terminase el carnaval) y se muestra como un demagogo sin escrúpulos digno de ocupar un puesto prominente en una lista electoral del PP. Pan para hoy...

Mientras tanto y tras el miércoles de ceniza, Rajoy pierde la poca vergüenza que le quedaba y explota su vena de derechista sin complejos. Su última ocurrencia es un conglomerado de obviedades aderezadas con un cierto aire de mano dura para azuzar a los más rancios xenófobos. Porque los inmigrantes son los albañiles que construyen tu casa, recogen la fruta que consumes, contribuyen a pagar tu sueldo con sus impuestos, pero ¡hey! como no votan, ¡puedes llamarles delincuentes a la cara! Si esta gente tuviera derecho a voto, otro gallo cantaría...

¿A dónde vamos a parar? ¿Cómo podemos abrir los ojos a todos esos corderitos ignorantes que se dejan convencer por promesas vacías? Me da miedo que estas dos preguntas sean retóricas. Voy a por el bicarbonato, que me estoy poniendo malo...

02 febrero 2008

Nuevo curro. ¿Ya? ¿Tan pronto? Pues sí

Salvo debacle extrema, piso fuerte sobre el camino que me lleva al mileurismo. La entrevista del miércoles fue muy bien y el entrevistador me sorprendió muy positivamente, en el sentido de que no es el típico que te pregunta por estupideces sobre tu vida personal que no tienen que ver con el puesto al que te presentas. Todo estuvo enfocado al trabajo o mis aptitudes para llevarlo a cabo y me sentí bastante cómodo y sin apuros. Me dijeron que en un máximo de una semana me avisarían por teléfono en caso de respuesta afirmativa y que de lo contrario recibiría una notificación negativa por correo ordinario en un plazo máximo de tres semanas.
Al día siguiente recibí una llamada del departamento de recursos humanos de la empresa en cuestión para informarme de que había sido seleccionado y emplazándome a llevarles la documentación necesaria para mi incorporación, cosa que hice al día siguiente, que fue ayer.

Hoy es sábado 2 de febrero y, contando hoy, me quedan 9 días de trabajo en el ciber. A partir del día 11 comenzaré a recibir la formación necesaria para dar soporte técnico telefónico a los productos de un fabricante de ordenadores, impresoras, PDAs, etc... Las condiciones que me han ofrecido son tan buenas en comparación con las de mi actual puesto de trabajo que no puedo disimular una mueca de satisfacción al escribir estas líneas. Subo un peldaño. Ahora seré mileurista, ya es algo.

Supongo que mientras tenga inspiración seguiré escribiendo aquí, aunque muchos de mis apuntes los he venido haciendo en los huecos que encuentro en el ciber. Supongo que en el nuevo trabajo no me faltarán anécdotas que poder contar a mi manera.

Un saludo para los que tengan paciencia para leerme. Sigo vivo. Ahora incluso más.