28 julio 2006

Sobre Windows y GNU/Linux

Pi-Rata [2501] dijo...

Hola, soy amigo de Rubo, y tio, tengo que decirte un par de cosas:

A pesar de que no estoy a favor de windows, lo monomaniaco q eres me impulsa a defender un poco este torpe sistema.

1º Es un sistema pensado para que lo puedan usar nuevos usuarios, es decir, aquellos que no tengan ni idea de a donde van los cd´s cuando los traga el ordenador; por eso a ti te parece que te trata de idiota.

2º Linux no es perfecto, y para un novato tampoco es recomendable.

3º Yo creo que trabajar en windows ayuda a curtirse y a apreciar otros sistemas mejores como el q describes en este post.

Y finalmente: DEJA YA DE HECHARLE LA CULPA A WINDOWS DE TODO LO QUE FALLA EN EL ORDENADOR.

Me gusta discutir. Lo sabe bien quien me conoce. A partir de ahí, respuestas.

0 - No soy monomaníaco ni nada así. Simplemente expreso mi punto de vista desde una posición de experiencia como la que tengo. Usé Windows durante muchos años, antes usé MS-DOS y mi Spectrum, y ahora uso GNU/Linux. Puedo hablar desde el conocimiento de varios mundos, y no desde el conocimiento de Windows y la ignorancia de los otros campos.

1 - Los que no tienen ni idea de ordenadores ni hacen nada con Windows ni hacen nada con GNU/Linux. Todo el mundo necesita unas nociones básicas para empezar, y a partir de ahí, en función de sus aptitudes, inteligencia o interés, irán aprendiendo en mayor o menor medida. Una persona que no sepa nada de ordenadores no va a comprender la ruta de acceso a un cd sea "D:\" o "/mount/cdrom". Y aún así, la segunda parece más descriptiva a simple vista.

2 - Aunque te refieres a Linux como un sistema, sólo es el núcleo del sistema GNU/Linux. Aparte de eso, yo no digo en ningún momento que sea perfecto. No lo es, ni mucho menos. Todo tiene fallos, pero GNU/Linux es mucho más seguro y estable que cualquier Windows con el que lo quieras comparar. Si es o no para novatos, es también muy discutible. A la gente que más le cuesta aprender a usar GNU/Linux es a los que vienen de Windows, precisamente debido a las costumbres adquiridas (joder, esto tenía que estar aquí, esto se hace así). A mi ahora me pasa precisamente al revés. Me he acostumbrado a hacer ciertas cosas al modo del escritorio KDE, y al ir a Windows, me siento frustrado.

3 - Usar Windows ayuda a cagarse en Microsoft, en Bill Gates y en la madre que los parió a todos. Por mucho que te cagues en ellos, si no conoces o pruebas, o te atreves con otro sistema no lo vas a saber apreciar. Te lo digo por experiencia. No sabía lo mucho que me podía satisfacer GNU/Linux hasta que llevé un tiempo usándolo. Me costó cambiar el chip en algunas cosas, y todavía no lo domino como el Windows. Pero para un usuario medio cuyo uso de la informática se reduce a usar el messenger, bajarse cosas con el eMule y el Bittorrent, y ver páginas porno y películas, un GNU/Linux cualquiera con un escritorio KDE o GNOME va sobrado, incluso más fácil que el Windows. ¿Podrías decirme cuántos de esos usuarios no llaman a su amigo el "entendido" para que les instale las cosas en el Windows?

Para cerrar, me gustaría poner un link a una breve historia de desmitificación de Bill Gates y Microsoft, puesto que hay muchas creencias falsas asentadas. Ahí va.

http://peluffon.blogspot.com/2006/04/microsoft_02.html


Saludos.

.Tío Rubo

Post Script:

Y finalmente: DEJA YA DE HECHARLE LA CULPA A WINDOWS DE TODO LO QUE FALLA EN EL ORDENADOR.

Si un ordenador con Windows falla, no es problema de GNU/Linux. O es de Windows o del usuario (que también suele pasar).
Por cierto "echar" es sin H.

23 julio 2006

Experiencias en libertad

Recuerdo cómo fue mi primer contacto con GNU/Linux. Fue un cd con la versión 3.1 del Knoppix que todavía conservo. Hasta entonces yo sabía más bien poco del sistema y casi todo de oidas: "Dicen que Linux es rapidísimo", "No tiene virus", "Es feo y difícil de usar" [...] Cuando me dijeron que con aquel CD que tenía en las manos podía arrancar un sistema operativo completo en un ordenador sin usar ni siquiera el disco duro para archivos temporales, miré con cara de incredulidad al que me hablaba. Quería comprobar si aquello podía ser cierto, y corrí con un amigo a su casa para probarlo en su Athlon 1200 con 256 MB de RAM, y tras configurar la BIOS para arrancar desde el CD, pudimos ver una pantalla bastante tosca en la que se nos pedían opciones de instalación. Pulsamos ENTER y un pingüino apareció en la esquina superior izquierda de la pantalla mientras iban apareciendo líneas de texto de distintos colores hablando de la detección de hardware, y de algunas cosas que no entendíamos.
En cosa de 2 minutos estábamos viendo el escritorio KDE 3.0. No me pareció gran cosa en un principio. Había iconos en el escritorio, una barra de tareas hasta cierto punto organizada como la de Windows... No me sentí perdido. Las cosas estaban bastante bien organizadas, todo me resultaba sorprendentemente intuitivo, a pesar de lo que había oido hasta entonces.
Descubrí nuevos programas como Konqueror, Xmms, Konsole... Me extrañó que muchos se comportaban extrañamente bien a pesar de que todo iba cargado desde el CD y que corría sobre tan solo 256 megabytes de RAM.
A partir de ese momento lo deseé. Y me informé de cómo instalar el Knoppix.
Un buen día lo llevé a cabo y tras observar una pantalla en modo texto con una tosca barra de progreso por fin vi mi escritorio de Debian. Pero ni todo era como el Knoppix ni instalar cosas era como en Windows. Me quedaba mucho por desaprender.

Fue entonces y sólo entonces cuando busqué ayuda en alguien que tuviese experiencia, y un usuario de Slackware que yo conocía del IRC me guió en los primeros pasos. Y me recomendó para empezar cambiar de distribución. Debian, desde luego, no era lo más recomendable para un novato, y menos viniendo del paraiso de la ignorancia que representa el sistema de Microsoft.
Allí pues que me fui en busca de otra distribución, y buceando en el eMule encontré la SUSE Linux 9.0 (por aquel entonces todavía no había sido apadrinada por Novell, y no era de libre descarga, al menos que yo sepa), y una vez tuve descargadas y quemadas las 5 imágenes ISO, me lancé a instalarlo.
Aquello fue otra cosa. Nada que ver con la tosquedad del Knoppix instalando Debian. Lo que más me gusta de instalar una SUSE es que tanto un completo novato como un geek rematado se sienten a gusto. Tú decides hasta dónde quieres profundizar en la configuración del sistema.

Ya tenía mi primera SUSE instalada. ¿Y qué? pues en principio, y a la vista, como la Debian. La mayor diferencia estaba en el interior. Y se llama YaST.
Con YaST era muy fácil configurar el hardware, en algunos casos más que con Windows. Con YaST configuré el sistema para compartir archivos en una red de Windows, instalé la impresora, y muchas cosas más, sin esfuerzo, y en general, de una forma intuitiva. Lo bueno es que no tenía esa sensación de estar siendo insultado como cuando veo un asistente de Windows. Y es que tras cada cuadro de diálogo de Windows, yo veía otro que ponía "Usted es idiota, por eso tiene que seguir todos los pasos que un perfecto imbécil necesita".
Con esto me refiero a que para mi era más fácil configurar una red en Windows 98 que en Windows XP. Hay que dar menos pasos.

Volviendo al SUSE, mi problema llegó a la hora de instalar software.
1º - Yo no sabía los nombres de los programas que debían sustituir a los que usaba en Windows
2º - A pesar de que ya sabía que SUSE utiliza los paquetes rpm, cuando buscaba RPMs, me costaba encontrar uno que funcionase. Muchos eran para otras distribuciones, o para otra versión del SUSE, o no podía instalarlos por problemas de dependencias.
3º - Otros programas los encontraba en código fuente, pero yo, sabiéndome ignorante en el mundo de la programación, prefería evitarlos por asumir que sólo un programador podía conseguir algo con ellos.

En todos los casos mi herencia (lastre) windowsera jugó en mi contra. Yo era un power-usuario de Windows. Sabía hacer todo lo que necesitaba, lo que necesitaban mis amigos y conocidos, y mucho más. Pero eso acaba creando hábitos peligrosos de los que cuesta desprenderse.

Por ejemplo: Para los dos primeros casos, la solución era algo mucho más sencillo que cualquier solución windowsera. La palabra mágica es "Repositorios".
Tardé mucho más en conocerla que en disfrutarla. Hasta entonces estuve vagando durante mucho, mucho tiempo entre páginas de búsqueda de paquetes (suena como muy gay pero no os encendáis, que yo no voy por ahí :-P), teniendo cierto éxito para instalar algunas cosas, pero me costó muchas decepciones y sudor.
Una vez conocí a Don Repositorio, (casi) toda esa porquería pasó a formar parte del pasado.
1º - Añadir repositorios
2º - Ir a tu administrador de paquetes (¿¿más argumentos para una peli porno gay??)
3º - Buscar, bien sea por el nombre del programa, o por su descripción. Casi con toda seguridad tendrás varias opciones según tu gusto.
4º - Seleccionar e instalar. Si hay dependencias, normalmente se resuelven con paquetes que hay en el mismo repositorio.

Esta es una de las razones por las que no puedo volver a Windows. Me dan arcadas si no puedo usar algo así.
Vale, lo de los repositorios está muy bien, pero ¿qué pasa cuando lo que busco no está en los repositorios? Pues tenemos alguna opción más.

A) Klik
B) Código fuente

Klik es muy fácil. Poner a funcionar Klik es tan sencillo como copiar una línea de texto, pegarla en la consola y dejar ke el script ke se descarga te instale lo necesario. Una vez hecho, suele bastar con saber el nombre del programa que quieres.
Exempligratia:
Quiero usar el aMule.

1º - Pulso alt+F2 para abrir la ventana de ejecutar un comando (en KDE)
2º - Escribo klik://amule
3º - Pulso Enter

Lo que viene a continuación será algún cuadro de diálogo con información sobre lo que se va a descargar en el que tendremos pulsar aceptar y poco más.
Se nos descargará al escritorio un archivo .cmg que contiene lo neesario para ejecutar el programa. PUNTO. No hay necesidad de instalar el programa. Sólo abrir el archivo. Si ya no quiero el programa, borro el archivo. Hazlo en Windows.

Pero para mi el Klik es la última solución. Antes de eso suelo elegir el camino del código fuente. Normalmente (normalmente significa a menudo, no siempre) poner a funcionar un programa que recibimos en código fuente no es complicado.
Suele traer scripts de configuración, y archivos README, entre otras ayudas.
Lo más común es resolver la papeleta con

./configure
make
make install
Aunque no sería la primera vez que tengo que resolver dependencias a mano, instalando librerías desde repositorios, o bien teniendo que bajarme el código fuente de alguna librería y compilarla yo mismo. Lo mejor de todo: La sensación tan gratificante que tienes cuando todo sale bien.
No voy a recomendar el método del código fuente a nadie que no tenga la informática como hobby, porque se va a frustrar, pero los geeks no somos reacios a investigar dentro de los scripts y aprender por nuestra propia iniciativa.

Dejando eso atrás, debo decir que he probado más distros dentro del mundo de GNU/Linux. He probado Mandrake (ahora Mandriva) y me bajé una gentoo, pero pronto la etiqueté con un escueto "solo pa freaks". Me siento a gusto con SUSE, habiendo empezado con la 9.0, luego usé la 9.3, la 10.0 y ahora la 10.1. Quitando el bug que trae de fábrica el administrador de paquetes de la 10.1, debo decir que cada edición va a mejor y ya sólo uso el Windows como consola de videojuegos. Darle cualquier otro uso teniendo un GNU/Linux en la misma máquina me parece una estupidez. Y cada vez puedo jugar más y mejor en mi GNU. No es que el sistema no valga para jugar, es que el dinero de Microsoft pesa mucho.

Siento haberme extendido tanto para un tema que no es de candente actualidad, pero espero que a pesar de que mi blog no es de audiencia masiva, los pocos que lo lean, se atrevan a probar lo que para mi supuso una liberación.

Un saludo, frikerío.

.Tío Rubo

21 julio 2006

Popurrí español

Liberalismo: Corriente ideológica dentro del capitalismo caracterizada por la defensa de la libertad (de ahí liberalismo) del rico para seguir enriqueciéndose a costa del pobre.

Vale, no es la definición más original que podía haberme inventado, pero ya está bien de tanto eufemismo. Eso es lo que hay.
Venía yo conduciendo cuando volví a darme cuenta de que sigo viviendo en el mismo país. Hace 21 días que en España está vigente el permiso de conducir por puntos, y francamente, en los primeros días del mes observé un cambio de actitud en la mayoría de los conductores. Iluso de mi si creí que eso sería duradero. Olvidaba que los conductores son españoles, y tienen tendencia a olvidar.
Si hace tres semanas la actitud de la gente en la carretera me parecía digna de elogio, hoy me vuelve a resultar igual que antes: Los mismos adelantamientos kamikazes, los mismos prepotentes con coches de gran cilindrada. Hoy he estado a punto de ver un choque entre un Audi A4 y un BMW serie 3, y habría sido culpa de la imprudencia de ambos.
Si, el español es olvidadizo. Deberían usar esta tierra como campo de pruebas de los fármacos contra el alzheimer y la amnesia.
El ejemplo más cercano lo tengo en mi jefe: Un hombre que por culpa de Franco se tuvo que ir de España y que ahora se declara franquista. Y según sus palabras textuales "todos deberíamos besarle el culo a Aznar, y a mi no me importaría hacerlo". Sobran las valoraciones personales.

Hoy he leido, gracias a un link en el blog de Ignacio Escolar un panfleto de un grupo sin color político (XD) que se hace llamar Peones negros. Son gente de bien que sólo quiere agüita para poder vivir en su levante querido. Reclaman solidaridad por parte de esos rojos que no quieren que nadie se la lleve de su río Ebro. Hay que ver. ¡Mira que no querer darles agua para regar campos de golf y llenar piscinas de urbanizaciones de lujo creadas con dinero negro! No se debería frenar así el progreso alcanzado gracias a las gestiones de Eduarzo Zaplana, el hombre del moreno perpetuo. Gracias a él se ha revitalizado no sólo la construcción en las orillas del Mediterraneo, donde ya no corremos el peligro de pisar arena y tropezar (sólo queda el duro y seguro cemento), sino que las casas de bronceado se están poniendo las botas.

A pesar de que el párrafo anterior está escrito medio en serio, medio en broma, lo cierto es que hay mucha gente de la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia que han olvidado el por qué se agota tan deprisa el agua, y ahora acuden pancarta en mano, los pedigüeños a reclamar el agua que permitieron que se desperdiciase. ¿Es ignorancia, amnesia, o simple fidelidad a las consignas partidistas? Supongo que todo tiene una parte de culpa. Para ellos no valen las plantas desaladoras, que extraerían agua de una fuente virtualmente infinita como es el mar, pero sí valen las obras que atraviesan medio país, tienen un coste de mantenimiento brutal, y destruyen la naturaleza. Si se llegase a consumar ese trasvase, el delta del Ebro se vería solamente en los libros de historia. Que poco solidarios somos los que no estamos a favor de cosas así.

Vaya, parezco ya uno de esos rojos que publican sus artículos de opinión en El País. La verdad es que últimamente el tema que más da de si para hablar es la derecha. Siempre tan a la derecha ellos. Aznar (se está convirtiendo en la estrella de mi blog) ha dicho que los que criticaron su reunión en las islas Azores con Blair y Bush lo hicieron por envidia. (...) Pobrecillo... espero que los ingresos en la sociedad Famaztella sirvan para pagarle un buen psiquiatra...

La verdad, el tema da de si, pero es un caramelo del que no quiero estar chupando toda la vida, así que mejor lo dejo por hoy, que a mi eso de que me quieran tomar por tonto no me va, y cuando me enervo soy peligroso.

Pásenlo bien.

.Tío Rubo

18 julio 2006

70 años de infamia

Al calor del verano siempre aparecen las moscas cojoneras, las tormentas que parecen no cuadrar con el ambiente de modorra que nos da el tiempo.
Yo todavía no he estrenado este año la playa, cuando a estas alturas años atrás mi piel parecería ya más propia de un mulato caribeño que de un señor del noroeste de la Península Ibérica. Está claro que las cosas cambian.

Hoy es 18 de julio de 2006. Se cumplen 70 años del golpe de estado que acabaría con la democracia soberana de este país. 70 años desde que a un tío bajito, cabrón y con voz de pito se le ocurriese que quería jugar al risk a gran escala, a costa de la mayor libertad que había conocido España hasta la fecha.
Desgraciadamente, en España no se ha condenado de forma oficial el régimen nacido de la barbarie de una guerra que se inició en nombre de un concepto abstracto, el de nación, y donde el lado perdedor fue el de los derechos civiles, las libertades, y el progreso.

A pesar de que ese régimen fascista acabó con las vidas de miles de personas, los señores del PP, amamantados por la misma ideología retrógrada que destruyó los pilares de una sociedad democrática, sigue sin renegar de su pasado, sin condenar la violencia ni a sus instigadores. Es curioso que ¡oh, la ironía!, sean ellos los mismos que ahora exijan a otros con unas intenciones muy similares, pero unos medios mucho más reducidos, que cesen en su empeño de conquistar la nacionalidad. Son ellos los mismos que dicen a ETA que su violencia no conduce a nada (y ojalá así sea) pero no son ellos los más apropiados para dar un consejo semejante, pues la violencia fue la que propició el régimen que acomodaría a sus familias burguesas, haciendo que la mayoría sigan hoy viviendo del cuento. Y todo en nombre de España.

Lo mucho que se puede llegar a mamar de la nación llega a obnubilar mi entendimiento. Tal vez sea porque no comprendo las motivaciones de alguien que se somete a un ente tan abstracto como una patria. ¿Qué es lo que científicamente diferencia a alguien nacido en España de otro nacido en Portugal o en Grecia?

Este patriotismo que la derecha nos quiere infundir no nos lleva a ninguna parte, y afortunadamente, parece que la sociedad se va dando cuenta. Hemos pasado de una dictadura legítimamente apoyada por unos resultados electorales (salvando las diferencias en las formas, tiene un aire a lo que consiguió Hitler en su momento) a un gobierno que a pesar de estar presidido por un señor que no tiene muchas luces, no nos lleva al pozo del pasado colgándonos el lastre moral del catolicismo.
A Aznar esto no le gusta. Supuso un duro golpe para él que su creación, el hombre de las eses profundamente interdentales, el engendro sin carisma ni personalidad, perdiese las elecciones. Y por eso aprovecha cada aparición pública para deslegitimar el resultado electoral del 14 de marzo de 2004. Dice Aznar que el atentado que se produjo días antes de esas elecciones provocó un vuelco electoral. Lo cierto es que lo que provocó fue un acercamiento masivo a las urnas. Lejos de perder una gran cantidad de votos, la base dogmática del electorado de derechas acudió fiel como siempre a votar a sus amos. Pero lo realmente memorable fue que la participación se disparó, alentada por esa amplia mayoría de españoles a los que no nos gusta que la clase dirigente nos dé por el culo practique el sexo helenístico con nosotros.

Yo no voy a decir que hay que matar al electorado del PP. Ni mucho menos. Pero les queda muy poco. Se irán muriendo a causa de la edad todos esos viejos ignorantes fácilmente engañables. La naturaleza siempre hace su trabajo, y la gravedad hace que las viejas estructuras se desplomen. Los cadáveres de las víctimas de ETA de los que tanto carroñea el PP no tendrán carne para siempre.

Un cordial saludo de quien escribe.

.Tío Rubo

12 julio 2006

¿¿¿Que no qué???

¿Que no vale todo en este país? Sería descabellado afirmar tal cosa. Mientras algunos tratan de darnos lecciones de moral con sus unidades de España, sus víctimas del terrorismo, sus FAES y sus familias tradicionales, tenemos que soportar que todo esto se convierta en un arma arrojadiza contra todos los que defendemos un cierto nivel de coherencia.

Hoy, si no he entendido mal, se cumplen nueve años desde que ETA asesinase vilmente, con dos disparos, al concejal del ayuntamiento de Ermua que habían secuestrado 48 horas antes. El día anterior los ciudadanos de este país nos echamos a la calle (los nacionalistas del PP dirían que "España se echó a la calle"), para manifestar nuestra repulsa hacia tan repugnante acto de cobardía que al final acabaron cometiendo.

Aquel joven concejal se acabó convirtiendo en un símbolo sin quererlo. Algunos bautizaron el sentimiento de las concentraciones que se celebraron entonces como el Espíritu de Ermua.

Yo estuve, a pesar de mi juventud, en aquellas concentraciones, yo también llevé un lazo azul en la solapa y mantuve los minutos de silencio. Yo también me emocioné al ver por la tele aquellas imágenes de los millones de personas en las calles de Madrid clamando por un poco de dignidad, y a pesar de todo, ahora tengo que soportar que el activismo político de la derecha española, materializado en algunas asociaciones de Víctimas, asegure que los que estamos deseando que el conflicto de nacionalismos que se vive en Euskadi acabe de una vez para evitar que se derrame más sangre, nos estamos rindiendo a los pies de los asesinos. Pues yo escupo en la insignia del PP y en la camisa falangista que ocultáis bajo el escudo de la palabra Víctima.

Utilizar el sentimiento de rabia para justificar el concepto primitivo de justicia retributiva tan solo alimenta el odio, es echar más leña al fuego de la hoguera que calienta los discursos de los que adoctrinan a los asesinos.

Asesinos; Es otra de las palabras que no parecen escapar nunca de la boca del señor Alcaraz (para todo aquel que no viva en este país planeta, es el tío ese que preside la Asociación de Víctimas del Terrorismo). Asesinos parece ser una palabra comodín que justifica el intento de enterrar una ideología.
¿Acaso no tienen los nacionalistas vascos el mismo derecho a la estupidez de querer ser una nación que vosotros, los nacionalistas españoles?
Resulta irónico ver cómo hay colectivos, y corrientes ideológicas que pretenden monopolizar una forma de estupidez y sinsentido como la que representa el, por otra parte legítimo, nacionalismo.

Puedo justificar mi calificativo de estúpido para el nacionalismo con el siguiente razonamiento:
Los argumentos que se esgrimen para las reivindicaciones nacionalistas tienden, por naturaleza propia a la falacia. Veamos un ejemplo práctico:

Nosotros [como pueblo] merecemos X más que vosotros porque somos nosotros.

Luego aducen derechos históricos, grandeza divina, o se inventan su propia historia, al más puro estilo de las religiones, obteniendo un cierto encanto mitológico que muchas veces consigue captar la atención y la admiración.

Seguir por aquí podría llevar a muchos sitios, pero todos ellos tienen mejor cabida en un debate, y esto es un blog, aunque invito a los pocos que lean esto a dejar sus opiniones en forma de comentarios.

Como cierre quiero tan solo dejar constancia del disgusto que me causa ver que esa gente que dice representar a todos los españoles por haber nacido en España (una, más grande que libre) sólo nos quiere unidos para lo que le conviene, y eso es alcanzar el poder que supone un puesto en el gobierno de cualquier rango, y utilizarlo para enriquecerse. No hay más que ver lo bien colocadito que ha quedao el señor Aznar después de gastarse unos milloncejos de nada de nuestros impuestos en una medalla del congreso de los EEUU. ¡Si ahora solamente está cobrando un dinerazo por dar consejos a un magnate de los medios de comunicación!
No he tomado drogas, así que no estoy viendo eurovisiones. Todo eso es real y se puede acudir a la historia (reciente) para contrastarlo.

Recibid un cordial saludo.

.Tío Rubo

09 julio 2006

¡Una de religiones!

"...y a mi con doble de ignorancia" clamaría en silencio uno de estos fanáticos que acuden a ser testigos de la visita de Joseph Ratzinger a la ciudad de Valencia.
¿Cómo llega una persona al estado cognoscitivo que la lleva al agnosticismo? Yo, creo recordar, fui el primer ateo de mi clase (debía yo andar por aquel entonces en 5º curso de la antigua EGB, año arriba, año abajo). Sin haber leido nada al respecto, ni haber sido instruido en la materia por nadie, decidí que para mi la religión católica carecía de sentido. Claro que por aquel entonces yo llevaba más de una década ya constando en las estadísticas como un cristiano más, lo cual ahora me lleva a plantearme la apostasía. Cualquier día de estos, presento mi solicitud.
Llevo ya tanto tiempo con los ojos abiertos ante este asunto que lo único que me queda por decidir es el sentimiento que tengo hacia la gente de la religión. No hacia los que la difunden, sino hacia el triste, liso y llano fiel, aquel al que su entorno instruyó en una religión antes de tener capacidad de raciocinio, y que debido a su ignorancia, propia o inducida, no supo discernir entre realidad y ficción. El mito de la caverna acude a mi cabeza.

Ahora es cuando a mi me toca preguntar: ¿Y a usted qué le aporta la religión?
Es obvio que el nivel de libertinaje espiritual que se experimenta en un templo es difícilmente igualable. Decenas, a veces cientos de personas compartiendo la misma mentira, haciéndola real a base de repetirla con voz convencida (¿Mal de muchos, consuelo de tontos?), parece que así se confirma esa cierta autoridad moral: toda esta gente viniendo aquí durante años no puede estar equivocada. No deja de ser una falacia, pero se acepta dada su extensión.
Pero todavía no he desgranado la pregunta.
Los aportes de la religión como tales son más bien escasos si vemos aportes como algo positivo. Una religión impone a sus fieles unas pautas de conducta normalmente restrictivas, impone una moral e impone una verdad, excluyendo de raíz cualquier intento de escapatoria hacia la realidad: "Si no aceptas nuestra verdad, Dios te castigará, y nosotros no te respetaremos..."

Cuántas contradicciones conllevan las religiones, siendo una de las más obvias para alquien que no esté 24 horas al día en estado vegetativo la que nos da el siguiente razonamiento:

  • Dios es omnipotente
  • Dios es bueno
  • Si Dios es bueno y omnipotente ¿por qué permite que pasen cosas malas?
  • ¿Por qué la gente mala tiene éxito?
Recomiendo, llegados a este punto, escuchar la canción God's love, de Bad Religion, o aunque sea, leer la letra.

Yo por mi parte, y cansado de tanta falsedad, he elegido un dios divertido, conocido como el Monstruo del Espagueti Volador, que no tiene sacerdotes que me amenacen con castigos eternos para atormentarme durante mi existencia.

.Tio Rubo

04 julio 2006

El retorno de la momia...

Parece que fue hace tanto tiempo que dejé de escribir en este lugar... Y no hace ni un año de eso. En este tiempo se puede decir que la edad me ha tratado bien, me han salido más canas, y he madurado, escribiendo esporádicamente en la Inciclopedia y algún foro de informática. De eso se me ha quitado lo de escribir con "K" (a pesar de que sigo siendo un devoto del escritorio KDE).
¿Qué ha pasado a lo largo de este casi año? Pues casi nada: Los musulmanes se han cabreado mucho y se han vuelto a calmar por las caricaturas de su profeta, los cristianos se han cabreado mucho por los matrimonios gays mientras sus sacerdotes siguen armándola con niños pequeños, los judíos siguen cabreados como siempre con los palestinos y la siguen armando por todo Oriente próximo.
España, pues como siempre. Nos hemos acostumbrado ya a que la gente del PP pueda defender sus ideas sin argumentos, a que denuncie sin pruebas, y a que la disculpa no aparezca en su diccionario.

Hoy mismo curioseando como hago de vez en cuando entre webs afines a esa secta, he descubierto algo que probablemente pueda ser hasta delito. Pero probablemente no veamos ninguna actuación en contra de ello. La imagen siguiente está sacada directamente de la web del "diario" Libertad Digital.
¿Eso no es atentar contra el derecho a la presunción de inocencia? Normalmente cuando se afirma algo en un medio de comunicación, debería estar contrastado, o en su defecto presentar pruebas para que se realice la pertinente verificación.
No muy lejos de esa miniencuesta, concretamente más arriba, se vienen publicando periódicamente artículos sobre supuestas incertidumbres acerca de la investigación relativa a los atentados del 11 de marzo de 2004. ¿Si tan poco claro está, por qué no acuden al juez que lleva el caso? Se ve que lo importante no es la verdad, sino sembrar la incertidumbre para que el PP se recupere en las encuestas. A pesar de todo esto, el partido de Aznar (por si alguien cree todavía que manda Rajoy) sigue cayendo.
Seguirán desinformando. Seguiremos opinando.

.Tío Rubo