Prohibido dibujar (a quien cobra por existir)
Como ochentero que soy (de los de nacimiento, no de los de llevar tupé y matarse en un R5 Copa Turbo) nací justo a tiempo para que la tecnología saliese del huevo ante mi cara. Jugaba en el recreo de preescolar con maquinitas de Game&Watch con cutrísimas pantallas LCD y en segundo de EGB (2º de primaria, para las nenazas de ahora) ya tenía mi flamante NES en el salón para disfrutar de joyas como Super Mario Bros 3, era el único de mi casa que sabía programar el vídeo y cada vez que pasaba por una tienda de cacharros electrónicos se me salían los ojos de las órbitas.
A finales del 96 tuve mi primer contacto con Internet y no hubo vuelta atrás. En el 99 subía mi primera página web a Geocities y... el caso es que tengo algo de experiencia en esta red que todos usamos. Tal vez soy yo, o tal vez es mi generación.
No parece ocurrir lo mismo con el magistrado de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, que ayer mismo mandó retirar de los quioscos todos los ejemplares posibles de la revista El Jueves para evitar la difusión de esta viñeta.
Y es que ya cerca del final de la primera década del S. XXI, parece complicado que a alguien se le pueda olvidar la existencia de Internet, o su gigantesca capacidad de difusión. Parece ser que finalmente, nuestro amigo el juez, ha metido la pata hasta el fondo, consiguiendo mucha más repercusión de la que habría tenido esa portada si no se hubiera montado este tinglado más propio de la Rusia soviética que de la Europa de los 27 (exceptuando a Polonia, que ya sabemos cómo se las gastan los majetes que son los que mandan en su gobierno).
¿Por qué todo este rollo de la República? Porque considero que más que en el dibujo, la clave del secuestro de la publicación reside en la frase que lo acompaña.
¿Te das cuenta? Si te quedas preñada... ¡esto va a ser lo más parecido a trabajar que he hecho en mi vida!
La Constitución Española no está preparada para la igualdad, y nos lo demuestran cortando nuestra libertad de expresión.
Un saludo.
A finales del 96 tuve mi primer contacto con Internet y no hubo vuelta atrás. En el 99 subía mi primera página web a Geocities y... el caso es que tengo algo de experiencia en esta red que todos usamos. Tal vez soy yo, o tal vez es mi generación.
No parece ocurrir lo mismo con el magistrado de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, que ayer mismo mandó retirar de los quioscos todos los ejemplares posibles de la revista El Jueves para evitar la difusión de esta viñeta.
Y es que ya cerca del final de la primera década del S. XXI, parece complicado que a alguien se le pueda olvidar la existencia de Internet, o su gigantesca capacidad de difusión. Parece ser que finalmente, nuestro amigo el juez, ha metido la pata hasta el fondo, consiguiendo mucha más repercusión de la que habría tenido esa portada si no se hubiera montado este tinglado más propio de la Rusia soviética que de la Europa de los 27 (exceptuando a Polonia, que ya sabemos cómo se las gastan los majetes que son los que mandan en su gobierno).
Cabe preguntarse qué habría pasado si, en lugar de dos miembros de la familia española que menos impuestos paga en función de su renta (cero absoluto, es más, cobran por no trabajar), los protagonistas de la viñeta hubieran sido, por ejemplo, el presidente del gobierno y su señora esposa. La respuesta es NADA. Probablemente porque, aunque no se trate de mantener el sistema monárquico, muchos no quieren oír hablar de república, por estúpido que suene. Para muchos, recuperar una república, el sistema lógico de los países civilizados, donde todos y cada uno de los ciudadanos tienen los mismos derechos, supone declarar vencedores a los rojos en la guerra civil, y por ahí no están dispuestos a pasar, pues la fortuna de sus familias se construyó sobre los cimientos de la dictadura fascista del general Patxi.
¿Por qué todo este rollo de la República? Porque considero que más que en el dibujo, la clave del secuestro de la publicación reside en la frase que lo acompaña.
¿Te das cuenta? Si te quedas preñada... ¡esto va a ser lo más parecido a trabajar que he hecho en mi vida!
La Constitución Española no está preparada para la igualdad, y nos lo demuestran cortando nuestra libertad de expresión.
Un saludo.